Actualidad
La violencia sexual contra las infancias es una de las formas más graves de maltrato hacia niñxs y adolescentes. Se produce en mayor medida en el ámbito familiar y cotidiano de los niñxs, por personas de su confianza. Las estadísticas son alarmantes: según datos de UNICEF Argentina (2022), 1 de cada 5 niñas y 1 de cada 13 niños sufren o sufrieron violencia sexual antes de los 18 años de edad, y el 90% de los agresores son varones. De estos casos, sólo se denuncia el 10%, y de cada 1000 denuncias solo una tiene sentencia condenatoria.
La violencia sexual es tortura, según lo ha afirmado la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Las experiencias de lxs sobrevivientes causan efectos que lxs acompañan a lo largo de toda su vida. El Estado tiene la obligación de fortalecer el Sistema de Promoción de Derechos de niñxs y adolescentes, para protegerlxs frente a todas las formas de violencia.
Seguimos reclamando por una justicia que promueva una escucha especializada a lo que dicen lxs niñxs, en sus múltiples lenguajes de expresión, que lxs aloje y responda mediante acciones certeras de protección para restituir sus derechos, y que rompa con la complicidad del silencio que caracteriza al delito de la violencia sexual hacia lxs niñxs.
¡Basta de justicia patriarcal y adultocentrista!
¡Basta de violencia sexual contra las infancias!
Actualidad
La violencia sexual contra las infancias es una de las formas más graves de maltrato hacia niñxs y adolescentes. Se produce en mayor medida en el ámbito familiar y cotidiano de los niñxs, por personas de su confianza. Las estadísticas son alarmantes: según datos de UNICEF Argentina (2022), 1 de cada 5 niñas y 1 de cada 13 niños sufren o sufrieron violencia sexual antes de los 18 años de edad, y el 90% de los agresores son varones. De estos casos, sólo se denuncia el 10%, y de cada 1000 denuncias solo una tiene sentencia condenatoria.
La violencia sexual es tortura, según lo ha afirmado la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Las experiencias de lxs sobrevivientes causan efectos que lxs acompañan a lo largo de toda su vida. El Estado tiene la obligación de fortalecer el Sistema de Promoción de Derechos de niñxs y adolescentes, para protegerlxs frente a todas las formas de violencia.
Seguimos reclamando por una justicia que promueva una escucha especializada a lo que dicen lxs niñxs, en sus múltiples lenguajes de expresión, que lxs aloje y responda mediante acciones certeras de protección para restituir sus derechos, y que rompa con la complicidad del silencio que caracteriza al delito de la violencia sexual hacia lxs niñxs.
¡Basta de justicia patriarcal y adultocentrista!
¡Basta de violencia sexual contra las infancias!