Actualidad
Por Paula Iudica
“En el mundo al revés nos enseñan a padecer la realidad en lugar de cambiarla, a olvidar el pasado en lugar de escucharlo, y a aceptar el futuro en lugar de imaginarlo. En la escuela son obligatorias las clases de impotencia, amnesia y resignación”.
Del libro "Patas arriba, la escuela del mundo al revés” de Eduardo Galeano.
No hay una forma sutil o agradable de hablar de este tema. Nos gustaría que no existiera, pero es tiempo de abrir los ojos. Lo único que hacemos negándolo, es contribuir a que esto siga sucediendo. El Abuso Sexual en la Infancia existe. Es una de las múltiples formas de maltrato que padecen todos los días niñas, niños y adolescentes del mundo y es más frecuente de lo que pensamos. Comprender y aceptar que esto ocurre es el primer paso que debemos dar. La cifra de la Organización Mundial de la Salud (OMS) es alarmante: en el mundo, 1 de cada 5 niñas y 1 de cada 13 niños pueden ser víctimas de abuso sexual. En la mitad de los casos los agresores viven con las víctimas y en las 3/4 partes son familiares directos (UNICEF Argentina 2017). En la campaña “Hablemos de ASI (Abuso Sexual Infantil)” realizada por UNICEF y el Ministerio de Justicia en 2016 se detectó que en el 75% de las llamadas por Abuso Sexual Infantil, se denunciaba a un familiar, y que en el 40% de esos casos, el perpetrador era el padre. Esto quiere decir que en la mayoría de los casos el que abusa es quien debe cuidar a esa niña o niño, brindarle educación, afecto y contención.
¿Cómo puede ser? ES.
¿Cómo alguien puede hacer algo tan horroroso? PUEDE.
“No puedo creerlo”. CREÁMOSLO.
Es doloroso enfrentarse a esta realidad. A muchos/as nos cuesta aceptarlo, pero tenemos la capacidad y la responsabilidad de hacerlo.
Son muy pocas las veces en que se denuncia: se estima que de cada 1000 casos de abusos, solo 100 se denuncian. Lxs niñxs encuentran muchas dificultades para hablar de lo que les está ocurriendo: los abusadores los amenazan y manipulan para que mantengan el secreto, diciéndoles, por ejemplo, que si hablan se va a desintegrar la familia, que lo van a mandar a la cárcel, que si habla se va a suicidar, que van a dejar de quererlxs, que no podrá ver más a su mamá, o que van a matar o herir a su madre o hermanxs. Otras veces, lxs niñxs no saben qué decir o cómo expresarlo por su corta edad, o porque les da vergüenza. Se sienten culpables. Es como estar en el mundo al revés de Galeano: la víctima siente la culpa,la vergüenza, la responsabilidad por preservar la familia, carga con el dolor y las dificultades para seguir adelante con su vida, y por el resto de su vida, y el perpetrador es impune, algo que es acentuado por instituciones que, en vez de proteger, revictimizan a las propias víctimas y a quienes intentan protegerlas (en general, las madres).
El Abuso Sexual Infantil es un problema social, y no únicamente de la víctima y su familia. Debemos comprenderlo y comprometernos. Los niños y niñas que están atravesando estas situaciones dependen de que lxs adultxs estemos atentxs a las señales y accionemos. El Abuso Sexual Infantil Intrafamiliar ocurre en todo el mundo, en todas las comunidades, en todos los estratos sociales. Lxs niñxs que son víctimas de abuso ni se olvidarán de lo ocurrido ni se recuperarán solxs. No nos quedemos calladxs: si sabés o sospechás que una niña, niño o adolescente de tu entorno es o ha sido víctima de abuso sexual, asesorate con un/a especialista. Su integridad física y psíquica está siendo vulnerada. Cuidarlxs es responsabilidad de todxs.
Actualidad
Por Paula Iudica
“En el mundo al revés nos enseñan a padecer la realidad en lugar de cambiarla, a olvidar el pasado en lugar de escucharlo, y a aceptar el futuro en lugar de imaginarlo. En la escuela son obligatorias las clases de impotencia, amnesia y resignación”.
Del libro "Patas arriba, la escuela del mundo al revés” de Eduardo Galeano.
No hay una forma sutil o agradable de hablar de este tema. Nos gustaría que no existiera, pero es tiempo de abrir los ojos. Lo único que hacemos negándolo, es contribuir a que esto siga sucediendo. El Abuso Sexual en la Infancia existe. Es una de las múltiples formas de maltrato que padecen todos los días niñas, niños y adolescentes del mundo y es más frecuente de lo que pensamos. Comprender y aceptar que esto ocurre es el primer paso que debemos dar. La cifra de la Organización Mundial de la Salud (OMS) es alarmante: en el mundo, 1 de cada 5 niñas y 1 de cada 13 niños pueden ser víctimas de abuso sexual. En la mitad de los casos los agresores viven con las víctimas y en las 3/4 partes son familiares directos (UNICEF Argentina 2017). En la campaña “Hablemos de ASI (Abuso Sexual Infantil)” realizada por UNICEF y el Ministerio de Justicia en 2016 se detectó que en el 75% de las llamadas por Abuso Sexual Infantil, se denunciaba a un familiar, y que en el 40% de esos casos, el perpetrador era el padre. Esto quiere decir que en la mayoría de los casos el que abusa es quien debe cuidar a esa niña o niño, brindarle educación, afecto y contención.
¿Cómo puede ser? ES.
¿Cómo alguien puede hacer algo tan horroroso? PUEDE.
“No puedo creerlo”. CREÁMOSLO.
Es doloroso enfrentarse a esta realidad. A muchos/as nos cuesta aceptarlo, pero tenemos la capacidad y la responsabilidad de hacerlo.
Son muy pocas las veces en que se denuncia: se estima que de cada 1000 casos de abusos, solo 100 se denuncian. Lxs niñxs encuentran muchas dificultades para hablar de lo que les está ocurriendo: los abusadores los amenazan y manipulan para que mantengan el secreto, diciéndoles, por ejemplo, que si hablan se va a desintegrar la familia, que lo van a mandar a la cárcel, que si habla se va a suicidar, que van a dejar de quererlxs, que no podrá ver más a su mamá, o que van a matar o herir a su madre o hermanxs. Otras veces, lxs niñxs no saben qué decir o cómo expresarlo por su corta edad, o porque les da vergüenza. Se sienten culpables. Es como estar en el mundo al revés de Galeano: la víctima siente la culpa,la vergüenza, la responsabilidad por preservar la familia, carga con el dolor y las dificultades para seguir adelante con su vida, y por el resto de su vida, y el perpetrador es impune, algo que es acentuado por instituciones que, en vez de proteger, revictimizan a las propias víctimas y a quienes intentan protegerlas (en general, las madres).
El Abuso Sexual Infantil es un problema social, y no únicamente de la víctima y su familia. Debemos comprenderlo y comprometernos. Los niños y niñas que están atravesando estas situaciones dependen de que lxs adultxs estemos atentxs a las señales y accionemos. El Abuso Sexual Infantil Intrafamiliar ocurre en todo el mundo, en todas las comunidades, en todos los estratos sociales. Lxs niñxs que son víctimas de abuso ni se olvidarán de lo ocurrido ni se recuperarán solxs. No nos quedemos calladxs: si sabés o sospechás que una niña, niño o adolescente de tu entorno es o ha sido víctima de abuso sexual, asesorate con un/a especialista. Su integridad física y psíquica está siendo vulnerada. Cuidarlxs es responsabilidad de todxs.